Consumir un desayuno equilibrado y variado de forma regular se relaciona con una mayor ingesta diaria de nutrientes, un mejor cumplimiento de las recomendaciones nutricionales y una mayor calidad de la dieta total, incorporar lácteos, frutas y cereales integrales, además de un cuarto grupo que complemente al resto nos proporcionará una mayor variedad y equilibrio nutricional.
Además de hidratos de carbono complejos, proteínas, grasas saludables, vitaminas y minerales, cabe destacar la importancia que ejercen ciertos aminoácidos como el triptófano y la tirosina, presentes en los alimentos ricos en proteínas en la cognición y en el rendimiento escolar.
El triptófano, presente en alimentos como las semillas de calabaza, de sésamo, en la soja, en productos lácteos, carnes como pollo y pavo, pescados y huevos, entre otros, favorece la síntesis de serotonina que es la denominada "hormona de la felicidad", relacionada con la regulación del apetito, y su disminución se asocia con pérdida de memoria, depresión, angustia, falta de sueño y tristeza; y de melatonina, relacionada con el ritmo circadiano y el sueño, clave para un descanso de calidad, que a su vez es fundamental para alcanzar un rendimiento óptimo a lo largo del día.
Asimismo, la tirosina desempeña un papel importante en la producción de neurotransmisores, proteínas y hormonas. Está presente en carnes, pescados, productos lácteos, huevos, legumbres, frutos secos y granos enteros. Puede ser sintetizada a partir de otro aminoácido, la fenilalanina, o ingerida a través de la dieta. Entre los neurotransmisores más importantes que produce se encuentran la dopamina (que utiliza el hierro como cofactor), la norepinefrina y epinefrina, que también son relevantes en la regulación del estado de ánimo, la atención, la memoria, el sueño, la respuesta al estrés, las sensaciones de motivación, excitación y recompensa, así como una mejoría en el rendimiento.
El informe también ha recopilado los datos más recientes sobre los beneficios del desayuno en el rendimiento cognitivo y académico de los escolares y varios estudios han mostrado distintas evidencias. Los hallazgos sugieren que el consumo del desayuno tiene un efecto positivo a corto plazo en la cognición, la memoria, la atención y la función ejecutiva. Además, se ha observado que el rendimiento académico incrementa a la par que la frecuencia de desayuno, y saltarse el desayuno se asocia con un menor rendimiento cognitivo y emocional. Por tanto, hay consenso al concluir que desayunar es más beneficioso para la función cognitiva que no hacerlo.
Las encuestas analizadas muestran que el 85 por ciento de los niños desayunan a diario, y el 50 por ciento emplean más de 10 minutos en desayunar. Sin embargo, solo el 25 por ciento hace un desayuno completo y saludable (incluyendo cuatro grupos de alimentos). Casi un 85 por ciento de los niños consume lácteos de forma habitual en el desayuno, pero un 56 por ciento no incluye fruta.
Fuente: Europa Press