Si todo el mundo siguiera la alimentación que los investigadores, tras tres años de trabajo, han bautizado como 'Salud planetaria', se podrían prevenir más de 11 millones de muertes prematuras cada año, mientras que las emisiones de gases de efecto invernadero bajaría y se conservaría más tierra, el agua y la biodiversidad.
"La comida que comemos y cómo la producimos determina la salud de las personas y el planeta, y actualmente estamos cometiendo un grave error", explica Tim Lang, profesor de la Universidad de Londres (Reino Unido) y uno de los líderes de la investigación, que ha sido publicada en la revista 'The Lancet'.
Los científicos consideran quealimentar a una población creciente de 10.000 millones de personas para el año 2050 con una dieta saludable y sostenible sería imposible sin transformar los hábitos alimenticios, mejorar la producción de alimentos y reducir el desperdicio de comida. "Es necesaria una revisión significativa, que modifique el sistema alimentario global a un nivel que no se ha visto antes", apostilla Lang.
Los primeros objetivos científicos para esta dieta saludable pasan por un sistema de producción sostenible de alimentos que equilibran los beneficios de macronutrientes y la ingesta de calorías. Basada en una dieta de 2.500 kcal al día, esta dieta 'ideal' recomienda una ingesta combinada de diferentes grupos de alimentos.
En concreto, consideran que se deberían consumir 1.324 gramos diarios, compuestos de la siguiente forma: leche entera o derivados (250 gramos), arroz, trigo, maíz y otros cereales (232), frutas (200), verduras (300), patatas y yuca (50), todo tipo de azúcar (31), pescado (28), huevos (13), grasas añadidas (52), legumbres (75), frutos secos (50), pollo y otras aves (29), y ternera, cordero y cerdo (14).
Los investigadores reconocen que su objetivo es "muy ambicioso", sobre todo porque "existe una gran desigualdad mundial en el acceso a los alimentos".
En el apartado medioambiental, la publicación recomienda apostar por una ganadería más sostenible, ámbito en el que destacan que "España y la UE son un referente internacional por su trabajo en la sostenibilidad de sus producciones mejorando los procesos, las instalaciones y el manejo y realizando importantes innovaciones en la gestión de residuos".