El consumo diario de ciruelas pasas puede reducir los marcadores de inflamación conectados a las vías de señalización ósea y reducir los efectos de la pérdida ósea entre las mujeres posmenopáusicas, según un nuevo estudio publicado en 'The Journal of Nutrition'
"La pérdida ósea es un problema importante que afecta a más del 50 por ciento de las mujeres mayores de 50 años y no existe cura. Por ello, es importante comprender mejor cómo los enfoques no farmacológicos, como el estilo de vida y las opciones dietéticas, también pueden afectar la progresión y la mitigación de la pérdida ósea", afirma la investigadora principal y profesora del Departamento de Kinesiología de la Universidad Estatal de Pensilvania, Mary Jane De Souza.
Los hallazgos del nuevo estudio muestran reducciones significativas en las citoquinas inflamatorias, que son proteínas que ayudan a controlar la inflamación, y en los monocitos activados, un tipo importante de célula inmune que se ha demostrado que impulsa la respuesta inflamatoria crónica, cuando se consumen de 50 a 100 gramos de ciruelas pasas (alrededor de 5-12 ciruelas pasas) se incluyen en la dieta diaria.
Específicamente, se observaron reducciones en el factor de necrosis tumoral-a después de 50 gramos de ingesta diaria de ciruelas pasas, y reducciones en las secreciones de interleucina-1, interleucina-6, interleucina-8, así como monocitos activados, con 100 gramos de ingesta de ciruelas pasas, en comparación con dietas sin ciruelas pasas.
"Estos hallazgos pueden atribuirse a la abundancia de compuestos bioactivos que se encuentran en las ciruelas pasas, incluidas vitaminas, minerales, ácidos fenólicos y polifenoles, que probablemente actúan sinérgicamente para suprimir los monocitos activados y su secreción de citocinas inflamatorias de resorción ósea", afirma la coautora del estudio, profesora y jefa del Departamento de Ciencias de la Nutrición, Universidad de Georgia (Estados Unidos), Connie Rogers. Este es un estudio auxiliar de un ensayo de control aleatorio de 12 meses de duración, de un solo centro, de brazos paralelos(estudio PRUNE).
El estudio PRUNE tuvo como objetivo explorar marcadores inmunológicos, inflamatorios y de estrés oxidativo relacionados con los efectos protectores de los huesos de las ciruelas pasas en mujeres posmenopáusicas no fumadoras y no severamente obesas, de entre 55 y 75 años de edad, que se abstuvieron de suplementos fenólicos o grandes cantidades de frutas que contienen fenólicos ( manzanas y arándanos) durante al menos dos meses antes del inicio del estudio.
Las conclusiones del estudio
Esta investigación fue completada por 183 participantes que se dividieron en tres grupos: control/sin ciruelas (70), 50 gramos/día de ciruelas (67) y 100 gramos/día de ciruelas (46). Después de un período de preinclusión, los participantes siguieron el protocolo de poda durante un total de 12 meses y se les indicó que registraran los días y la cantidad de ciruelas pasas consumidas en un registro diario, utilizado para monitorear el cumplimiento.
Se consideró que los participantes cumplían si consumían más del 80 por ciento del tratamiento prescrito y todos los participantes consumían más del 90 por ciento del tratamiento prescrito.
Se tomaron mediciones de marcadores inmunológicos, inflamatorios y de estrés oxidativo al inicio y al final de la intervención de 12 meses. Más allá de los protocolos de ingesta de ciruelas pasas, todos los participantes recibieron una dosis diaria de calcio y vitamina D3 para cumplir con la cantidad diaria recomendada de 1200 mg de calcio y 800 UI de vitamina D3 al día de la dieta más suplementos, y siguieron una dieta de vida libre.
Por otro lado, la autora menciona un estudio anterior en el que se demostraron "conexiones entre la integridad del hueso de la cadera y el consumo diario de ciruelas pasas, donde las mujeres posmenopáusicas que no comían ciruelas pasas perdieron el 1,5 por ciento de la densidad ósea de la cadera en comparación con las mujeres que comían entre 5 y 6 ciruelas pasas al día".