Los españoles comemos a la semana hasta 1.995 gramos de carne, de los que, en hombres, 525 gramos son de carne roja, mientras que en mujeres, este tipo de carne corresponde a 302 gramos semanales. Según la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), el consumo de este tipo de productos, no debería superar los 125 gramos de carne roja, y los 325, de carne blanca, en una semana.
Un nuevo estudio, desarrollado por la ONG Justicia Alimentaria-Veterinarios sin Fronteras, informa de la alarmante situación que se da, sobre todo, entre los menores, que llegan a tomar más de tres veces, el máximo de carne semanal recomendada por la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria. Además, de este consumo, la mayor parte corresponde a carne roja o procesada, de la que los responsables del informe aclaran que contiene “grasas insalubres, sal y productos cancerígenos”, y que por ello, “hay que tener especial cuidado con ellas”.
Por otra parte, los autores de estos datos, recogen también que una gran parte de los productos cárnicos procesados se venden como carne fresca, por un etiquetado confuso, pese a contener “ingredientes insanos”.
Los responsables del informe declaran que España produce cada vez más carne, sobre todo porcina, con 4 millones de toneladas que van creciendo cada año, y de las que se exporta solo la mitad. No obstante, reconocen que “no se trata de una crítica al consumo y producción de carne, sino a la producción industrializada y a las empresas que se benefician del sistema actual”. Puesto que “la ganadería tiene un claro lugar en los agrosistemas para revitalizar la tierra, por ejemplo”.