Las legumbres no sólo aportan beneficios para nuestra salud, también juegan un papel muy importante en el desarrollo de la actividad diaria.
Las legumbres son semillas con un gran valor nutritivo y propiedades protectoras frente al desarrollo de enfermedades crónicas. Además, son ricas en proteínas, vitaminas del grupo B, minerales y contienen carbohidratos de bajo índice glicémico, lo que hace los diabéticos puedan tolerarlas sin dificultades. Todas estas ventajas han hecho que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) declare el 2016 como Año Internacional de las Legumbres.
"Asimismo, su contenido graso hace que sea el complemento ideal en los populares platos de cuchara, pero también resultan deliciosas en preparaciones más ligeras, como ensaladas o cremas y poseen un elevado contenido en fibra, que contribuye al buen tránsito intestinal, y polifenoles de efecto antioxidante", ha comentado la profesora de Nutrición de la Universidad Europea, Sara Martínez.
¿Cuáles son las legumbres más frecuentes?
1. Altramuz: Aunque esta variedad es de las menos consumidas, es igual de nutritiva que el resto de legumbres.
2. Alubias y judías: Existen más de 800 variedades de alubias con bajo contenido graso. Por ejemplo, las judías rojas tienen mucho hierro, las blancas facilitan la digestión y las pintas son muy cremosas.
3. Cacahuete (maní): Aunque no te lo creas, los cacahuetes son en realidad legumbres, pero se considera un fruto seco por su valor nutritivo y su alto contenido graso.
4. Garbanzos: Tienen carbohidratos de absorción lenta, lo que ayuda a sentirte saciado durante más tiempo. Fritos, en ensaldas o como guarnición, son un alimento muy nutritivo.
5. Guisantes y habas: Si los cueces a fuego lento, resultan deliciosos para sopas y cremas, con arroz o salteados. ¡Buenísimos!
6. Lentejas: Tradicionalmente populares por su contenido en hierro, se pueden preparar guisadas, salteadas o incluso en ensaladas, perfectas para verano.
7. Soja: Es la más digestiva de las legumbres. No obstante, resulta tóxica para personas con sensibilidad a su proteína. La soja es muy común en patos orientales, arroces y ensaladas.