El problema es que a veces nos dejamos llevar por los falsos mitos que giran en torno de algunos alimentos y muchos de estos alimentos o productos básicos los descartamos como ocurre con el pan.
El pan tiene mala fama y es algo que no se corresponde con la realidad ya que se trata de un alimento básico que debería estar muy presente en la dieta infantil. Por eso es muy importante tener en cuenta sus beneficios, como nos explican desde 'Guía Infantil'.
El principal enemigo de este alimento es la creencia tan extendida de que el pan engorda. Por eso, en ocasiones, lo descartamos inmediatamente de la alimentación infantil.
Es verdad que el pan engorda, pero también es cierto que se trata de un alimento que aporta una gran cantidad de nutrientes a los niños en forma de hidratos de carbono con los que consiguen la energía que necesitan para hacer frente a todas las actividades del día a día.
Además de los hidratos de carbono, el consumo de pan reporta muchos otros beneficios a la salud de los niños. El pan tiene un alto contenido de fibra y de ácido fólico, imprescindible para proteger el sistema cardiovascular de los más pequeños. También contiene Vitamina B1, Yodo y Zinc, para reforzar el sistema inmunitario y hacer el organismo más fuerte.
Hay diferentes y muy variados tipos de pan que se pueden incluir en la dieta de nuestros niños aunque, también, existen algunos tipos de pan más saludables o más beneficiosos que otros.
Por ejemplo, el sandwich, elaborado con pan de molde, es una de las meriendas preferidas por los niños, pero no resulta tan saludable como el pan de barra debido a que tiene un mayor contenido en grasas. El pan que ya viene tostado también puede resultar de lo más sugerente para elaborar divertidos montaditos.
Pero, el tipo de pan ideal y más saludable, sin duda alguna, para los niños es el pan blanco, elaborado con harina, agua, sal y levadura. Este pan de barra es perfecto para acompañar la comida y también para hacer los bocadillos para la merienda de los niños.