La calabaza es una hortaliza emparentada, aunque parezca mentira, con el melón y la sandía, que llama la atención por su espectaular tamaño y su color naranja.
El origen de este alimento es incierto aunque algunos investigadores consideran que que proviene de América Central, mientras que otros aseguran la existencia de documentos que atestiguan su consumo por los antiguos griegos.
Lo que está claro es que la calabaza es un alimento muy beneficioso para todos y sobre todo en la dieta de los más pequeños.
Tiene muchas propiedades ya que es una hortaliza muy ligera y digestiva debido a que contiene mucha agua y pocas calorías.
Su pulpa es un conocido calmante de todo tipo de inflamaciones del intestino o del estómago y desde bien antiguo se ha empleado por la medicina popular para tratar los síntomas de la gastritis crónica o el síndrome de colon irritable.
Además, aporta minerales como el potasio, el magnesio, el fósforo y, en menor medida, el hierro. También es una buena fuente de vitamina C y ácido fólico, pero sobre todo, de betacarotenos (pro-vitamina A) que hace que tenga ese color anaranjado como el de las zanahorias.
Su alto contenido en betacarotenos la convierten en un alimento con un gran poder antioxidante, y además, muy aconsejable para incluir en nuestra dieta en el caso de que queramos mejorar nuestra función visual.
Además, las semillas de calabaza, que se consumen en ciertas sociedades africanas como símbolo de inteligencia, son también la razón de que esta hortaliza esté adquiriendo un merecido prestigio como alimento funcional.
Así que ya sabes, toma nota y prepara recetas como una crema o un pastel de calabazas en este Halloween.