La alergia implica que el sistema inmune ve estas proteínas como extrañas y perjudiciales, de ahí que provoque esta respuesta inmune. La alergia a la leche de vaca puede desarrollarse en cualquier momento. En el caso de los bebés, toleran un primer biberón de leche artificial, es a partir del segundo cuando puede surgir la alergia. En algunos casos aparece durante el primero cuando la alergia se ha desarrollado durante el embarazo. Esto no implica que el pequeño tenga alergia a la leche de su madre pero sí a la artificial de ahí que si se detecta es bueno que la madre evite los lácteos durante la lactancia.
Por otro lado, hay distintos grados de reacciones alérgicas que dependen de la frecuencia con la que se tome la leche, puede afectar a un solo órgano o a varios. Los síntomas más frecuentes surgen en la piel en el 70% de los casos aunque también se puede detectar mediante picores en la boca (‘síndrome de alergia oral’ o ‘SAO’), urticaria con habones cerca de la boca, el cuello o por urticaria generalizada. Estos síntomas pueden verse acompañados por hinchazón externa o interna de labios, párpados, orejas o de úvula con posibilidad de tener dificultad respiratoria.
Lo habitual en esta alergia es que al principio se represente a través de la inflamación de las manos y los pies o por dermatitis atópica. Aparte de éstos, son frecuentes los síntomas digestivos como dolor abdominal, diarrea, náuseas y vómitos. La alergia es grave si cuesta tragar, si se desarrolla un cuadro de anafilaxia provocando dificultad para respirar, hinchazón en la garganta, hipotensión, shock, pérdida de conocimiento y la muerte, ha aclarado la doctora.
El tratamiento para evitar estas alergias se basa en evitar tomar leche de vaca, de cabra y de oveja y cualquier derivado de éstas. Si se decide que los niños beban leche artificial lo mejor según Carmen Andreu son las fórmulas especiales altamente hidrolizadas, esto implica que las proteínas se rompen, así el sistema inmune no las reconoce por lo que no surge respuesta alérgica.
Sin embargo, lo bueno de esta alergia es que es reversible en muchos casos, entre el 70-75% la toleran a los 2 años de edad, a los 4 años este porcentaje aumenta al 80-85%. La alergóloga ha explicado que si se mantiene a los 5 años es menos probable que la leche se pueda tolerar en un futuro aunque se están desarrollando vacunas y procedimientos de desensibilización oral con los que los niños que no la toleran pueden llegar a hacerlo.