Cuidar la salud bucodental desde bien pequeños es fundamental y es tarea de los papás y mamás que los hijos aprendan a cepillarse los dientes de forma correcta para prevenir caries y evitar problemas en el futuro.
Los niños deben cepillarse los dientes después de cada comida. Recuerda que los peques son una esponja que absorben todo lo que ven a su alrededor. Por ello, es muy importante que le sirvas de ejemplo. Si tú te cepillas los dientes, ellos lo harán.
Cuando son bebés, y todavía no le han salido sus primeros dientes, puedes limpiarle la encía con una gasa húmeda envuelta en el dedo después de cada toma de leche. En cuanto aparezcan los primeros dientes, hay que comenzar con el cepillado. Cuando son pequeños, empieza cepillándoles tú, hasta que poco a poco cojan autonomía.
En el momento que ya son mayores para comenzar ellos solitos a cepillarse, alrededor de los seis años, es necesario conocer cómo hacerlo. Estos consejos te pueden ayudar:
- La cantidad de pasta no debe ser mayor que un grano de arroz, porque si no podría dañar sus dientes. Además, es importante que esta no tenga una concentración de flúor superior a 500 partículas por millón. ¡Pon atención al etiquetado!
- Acabar por el mismo sitio por donde empezó. Lo correcto sería comenzar por los molares de la parte superior izquierda y hacer el recorrido completo para pasar a la mandíbula inferior.
- El cepillado debe durar unos dos minutos. Puedes contabilizarlo con algún tipo de cronómetro o instarle a que cuente mentalmente.
- El enjuague bucal tras el cepillado es fundamental, puesto que le eliminará los restos del dentífrico.
- El hilo dental también es un arma contra la placa bacteriana y las caries y les permitirá tener una mayor higiene.
Todo lo necesario para que tengan unos dientes fuertes y sanos.