Para ayudar a cuidar la alimentación de tu hijo, pueden ser útiles algunos consejos, que además son muy válidos para prevenir la obesidad.
Algunos cambios que te proponemos pueden ser algo complicados de seguir para el niño, ya que estará acostumbrado a comer de otra manera, sin regularidad y escogiendo qué comer en cada momento. Incluso, puede ser que en algunas ocasiones tenga ciertas "rabietas" porque quiera comer algo muy gratificante para él, pero poco sano.
Para empezar, debemos explicarles a los niños qué alimentos son buenos y sanos y cuáles no lo son. Cambiar los hábitos puede resultar difícil porque el niño recurrirá a todas las estrategias que conozca para hacerte cambiar de idea y conseguir lo que desea. Por este motivo, es importante no ceder.
Para facilitarles que la alimentación siga siendo algo agradable, pueden servirte algunas ideas:
-Implícale en la preparación de alimentos, en la compra y en todos los elementos relacionados (poner la mesa, decorar los platos, etc.)
-Felicítales por las buenas conductas, sobre todo por aquellas que suponen un esfuerzo para ellos. Es suficiente con mostrar entusiasmo y alegría ante los logros. Esto le animará y motivará sus buenas conductas.
La clave: el ejercicio físico
La práctica de ejercicio físico es una de las herramientas más eficaces para mantener el peso dentro de un rango normal. Además, el deporte incrementa la satisfacción y el placer de comer. También ayuda a controlar el apetito y, sobre todo, la ansiedad.