Los niños requieren de una ingesta calórica suficiente que les ayude a realizar, adecuadamente, las diferentes actividades durante el día, como ir al colegio, hacer los deberes, jugar con sus amigos o realizar algún deporte.
Uno de los alimentos necesarios son los cereales, y sobre todo, si son integrales, ya que pueden contribuir a una mejor digestión, a un menor riesgo de padecer enfermedades del corazón; y pueden ayudar a reducir el riesgo de Diabetes Mellitus Tipo 2.
Diferentes estudios han demostrado que, además, los cereales pueden ayudar a que los niños mantengan un peso saludable, al tiempo que puedan presentar un menor índice de masa corporal (IMC), menor circunferencia de cintura y menor riesgo de tener sobrepeso. Los cereales contienen hidratos de carbono, portéinas, vitaminas, y minerales.
Otro elemento básico en la alimentación de los niños es el calcio, cuya principal función es proporcionar una firme estructura a sus huesos y dientes. Algunos tejidos del cuerpo, como los músculos, el cerebro y el tejido nervioso, necesitan de él para funcionar de manera adecuada.
El camino más sencillo para incluirlo en la dieta de los pequeños es a través de los productos lácteos, la leche y los alimentos en que se presenta de manera natural, como el queso y el yogur.
Se recomienda que el consumo de cereales para el desayuno, se acompañe siempre de leche, lo que facilita la ingesta de este alimento. Si, además, el tamaño de la porción de cereales es equivalente a 30 g, junto con media taza (125 ml) de leche y una fruta conforman un desayuno completo y perfecto para los más pequeños.