El año pasado gastamos un 2,2% más en comida y bebida, un dato que recoge el último Informe de Consumo Alimentario, que apunta como principal causa de este aumento, el incremento en las veces que comemos fuera de casa en 2018.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, a través de este estudio, informa también de que los españoles hemos pasado de comer de “táper”, a hacerlo en restaurantes y otros establecimientos hosteleros. Según los datos presentados por el ministro en funciones, los gastos medios en bares y restaurantes se sitúan el año pasado en más de mil euros.
Sin embargo, a pesar de que se ha reducido el uso de los preparados para tomar fuera de casa, esto no ha significado que se elaboren comidas más abundantes. Puesto que los españoles seguimos prefiriendo tomar solo un plato en lugar de dos, o más de dos.
No obstante, el Informe también refleja un gran cambio en los alimentos comprados, que supone la sustitución de productos de chocolate, la carne o las bebidas ricas en azúcar, por otros más saludables como frutas y verduras frescas. Esta tendencia más sana se ve también reflejada en el uso de aceite de oliva virgen extra, por encima de otros aceites de semillas.
A esto se le añade la popularidad de platos sanos frescos como las ensaladas, que han aumentado su presencia en los frigoríficos de nuestro país hasta casi un 57% con respecto a otros años anteriores. Algo a lo que también se le suman las principales formas de preparar los alimentos, que no varían demasiado desde 2017 y sitúan al frente los alimentos a plancha, sin cocinar, hervidos y guisados; por encima de las frituras, el horno, los alimentos al microondas o los rebozados.