Sin descuidar las actividades al aire libre, comunes de estas fechas, los pediatras recomiendan dedicar más ratos libres a leer libros o cuentos. Además, hacerlo en voz alta es una actividad que tiene múltiples beneficios.
Este hábito facilita el desarrollo psíquico del niño, sirve para estimular su mente, crear lazos afectivos o fortalecer su imaginación. Leer en voz alta permite dar vida y significado a un texto escrito a través de la entonación, la pronunciación, la fluidez, el ritmo o el volumen de la voz, consiguiendo de esta forma que los pqueños que lo escuchan puedan soñar, imaginar o exteriorizar sus emociones.
Además, contribuye a que tengan una buena actitud hacia los libros y aprendan nuevas palabras, lo cual mejora el dominio del lenguaje y despierta su curiosidad por el mundo que les rodea. Esta costumbre también fomenta su desarrollo emocional, y es que con la lectura se puede dialogar acerca de los valores, ideas o inquietudes del tema tratado.
Y, por si fuera poco, compartir un rato de lectura con nuestros hijos favorece a fortalecer el vínculo afectivo con ellos, porque se basa en el placer de acompañarlos mientras ellos hacen sus propios descubrimientos.
Asimismo, continúa, una actitud positiva permite sentirse capaces de aprender y creer que se puede lograr un objetivo concreto. "Si el niño ha sido felicitado por su comprensión lectora, probablemente querrá seguir leyendo, mientras que el fracaso tiende a desarrollar sentimientos de incapacidad. Por ello, es importante que las lecturas estén al alcance de los más pequeños para evitar que surjan sentimientos negativos", aclara.
Finalmente, recuerdan que debe tomarse como una actividad lúdica, ya que es necesario que los juegos incluyan el lenguaje, de forma que igual que los niños saltan, se disfrazan o acunan a un muñeco puedan escuchar canciones, trabalenguas o cuentos; y que, además, de este modo se evita que el parón veraniego suponga un retroceso en el léxico y la comprensión lectora de los niños.
Desde la AEPap concluyen afirmando que es importante que los padres sean conscientes de la importancia de ser un ejemplo para sus hijos en lo que a la lectura se refiere, así como de acostumbrarse a leer con ellos en voz alta desde que son bebés ya que "a veces basta con una palabra, una imagen o un personaje que atraiga su atención para que de inmediato un libro les resulte atractivo".