En casa muchas veces las comidas suelen ser fáciles, rápidas y que no supongan un problema para los pequeños. Por eso, una alternativa cada vez más saludable para los niños son los comedores escolares, que cumplen un papel muy importante en la alimentación de los pequeños. Están controlaos por nutricionistas y dietistas y buscan no sólo dar de comer, sino también educar.
Tienen una función nutritiva y educativa y además, intentan que haya una gran variedad en los menús pero siempre dentro de un equilibrio. La dieta suele ser más variada que en casa. Y así, los niños terminan probando y comiendo de todo.
Los menús suelen estar acompañados de pan y un vaso de leche. No faltan los minerales, las vitaminas, los hidratos y las proteínas. Sin duda, una opción sana y muy enriquecedora.