La Agència de Salut Pública de Cataluña ha realizado un nuevo documento sobre recomendaciones para la alimentación de los niños y niñas de entre cero y tres años.

Una de ellas resalta la importancia de empezar a incluir en la dieta del bebé alimentos menos triturados para que el pequeño empiece a adquirir autonomía a la hora de comer solito.

En la actualidad, existe la tendencia de triturar demasiado los alimentos, que dan como resultado purés y papillas demasiado suaves e, incluso líquidas, por miedo a que el niño se atragante. Además, se alargan la ingesta de triturados hasta edades avanzadas.

Los expertos han recordado que, a partir de los seis meses, los niños tienen una mayor curiosidad que en edades más avanzadas y pueden empezar a probar alimentos semi-sólidos y sólidos.  Los niños empiezan a perder el interés a partir del año o año y medio.

El documento recoge que los padres deben "permitir que el bebé pueda comer de manera autónoma y que disfrute con los diferentes gustos, texturas, olores y colores de los alimentos". Por ello, recomiendan la práctica Baby-led weaming.

El Baby-led weaming consiste en poner al bebé los alimentos delante, en presentación blanda, semi-solida o sólida, para que vaya cogiendo lo que más le llame la atención. Con esto, aprenden a comer alimentos como sus papás mucho antes y empiezan a ser autónomos.

Esta guía también incluye otras recomendaciones como que los bebés empiecen con la alimentación complementaria a los seis meses, ya sean amamantados o tomen leche artificial; o que no abusan del consumo de carne, pescado y huevo, como medida para controlar la obesidad, puesto que son alimentos ricos en proteínas.

Además, han recordado que le orden en el que se empiezan a introducir los alimentos es indiferentes y que no hay por qué seguir el orden cereales, fruta, verdura y carne o pescado, sino que se puede empezar por el que se prefiera y seguir por otro diferente.