El equipo detrás del estudio dirigido por la Universidad de Bristol (Reino Unido), publicado en el 'British Journal of Nutrition', destaca en sus hallazgos la importancia de hábitos alimentarios saludables durante toda la vida para proteger la salud del corazón.

En este sentido, las arterias transportan sangre rica en oxígeno y nutrientes desde el corazón al resto del cuerpo. Las arterias se endurecen naturalmente a medida que se envejece, pero esto puede verse agravado por el tabaquismo o por enfermedades como la diabetes.

Las arterias rígidas pueden elevar la presión arterial, aumentar la carga de trabajo del corazón y aumentar el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Investigadores de la Universidad de Bristol estudiaron los vínculos entre la dieta infantil y la rigidez arterial en la adolescencia.

Descubrieron que llevar una dieta rica en calorías, grasas y azúcares, y baja en fibra, a las edades de siete y 10 años se asociaba con arterias más rígidas a los 17 años.

Además, los patrones de alimentación mediterráneos y antiinflamatorios parecían proteger el corazón y la salud. Los niños cuyas dietas eran más similares a estos patrones tenían arterias menos rígidas y más elásticas a los 17 años.

"Nuestra investigación destaca la importancia de desarrollar hábitos alimentarios bien equilibrados desde la niñez para reducir el riesgo de futuros problemas cardíacos. La rigidez arterial es un signo importante de daño a los vasos sanguíneos con potencial de efectos duraderos", ha explicado Genevieve Buckland, investigadora de BHF en la Facultad de Medicina de Bristol.

"A través de sus vínculos con la presión arterial alta, se asocia con una variedad de afecciones graves que incluyen insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular y demencia vascular. Esperamos que nuestro trabajo destaque la necesidad de estrategias de prevención para detener el desarrollo de rigidez arterial en personas desde una edad tan temprana", ha añadido Buckland.

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Dietas calóricas, antiinflamatorias y mediterráneas

Los investigadores recopilaron información sobre las dietas de más de 4.700 niños involucrados en el estudio de salud 'Children of the 90s'. Las dietas se estudiaron cuando alcanzaron los 7, 10 y 13 años. Luego se midió la rigidez arterial y el grosor de la pared arterial en miles de estos niños a las edades de 17 y 24 años.

Los niños con dietas altas en calorías, grasas y azúcares y bajas en fibra a las edades de 7 y 10 años tenían arterias más rígidas a los 17 años en comparación con los niños que habían comido alimentos menos calóricos, grasos y azucarados en la niñez. En investigaciones anteriores sobre estos niños, este patrón dietético rico en calorías se asoció con exceso de peso en la infancia y la adolescencia.

Algunos de los otros patrones dietéticos investigados también estaban relacionados con la salud de los vasos sanguíneos. Los niños de siete años que llevaban una dieta más de estilo mediterráneo (que incluye frutas y verduras, frijoles y lentejas, pescado y grasas insaturadas, y menos carne y productos cárnicos) habían reducido la rigidez arterial a los 17.

De manera similar, comer una dieta con más nutrientes antiinflamatorios a la edad de 10 años se asociaron con una reducción de la rigidez arterial a los 17. Los alimentos considerados antiinflamatorios incluyen frutas y verduras, en particular bayas y una variedad de verduras de colores brillantes, así como nueces, semillas, especias y mariscos.

En general, los niños con dietas más saludables, según el sistema de puntuación del estudio, tenían más probabilidades de ser mujeres, tener un IMC más bajo y tener una madre con un mayor nivel educativo y que provenía de un entorno socioeconómico más alto.

La doctora Sonya Babu-Narayan, directora médica asociada de BHF, ha señalado que "las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de discapacidad y muerte prematura en el Reino Unido y pueden afectar más a quienes viven en las zonas menos favorecidas.

Los resultados de este estudio sugieren que, para detener las enfermedades cardíacas, la mejora de la dieta de las personas debe comenzar temprano y durar toda la vida. "Se necesita un enfoque audaz e integral por parte del Gobierno para garantizar que la opción saludable sea la opción fácil para todos.

Esto incluye seguir adelante con leyes retrasadas para frenar la comercialización de comida chatarra e impulsar a la industria a reducir los niveles de sal y azúcar en nuestros alimentos cotidianos. Sólo así daremos a los niños la oportunidad de vivir una vida larga y saludable, sin importar dónde vivan", concluye Babu-Narayan.

Fuente: Europa Press