Las actividades multiaventura ayudan a mejorar la forma física y el tono muscular de los más pequeños.
La escalada fomenta el desarrollo de las capacidades psicomotrices como la orientación, el equilibrio y la flexibilidad.
Las actividades multiaventura ayudan a fomentar la percepción, motivación y la capacidad de esfuerzo.
Y, además de pasarselo bien, desarrollan capacidades sociales y de psicomotricidad.