La tecnología limpia puede, en cierta medida, compensar eldebilitamiento de los precios del CO2 y, por lo tanto, ayudar a mantener el objetivo de que no se eleve la temperatura más de 2º C, según un nuevo estudio.
Si se lleva a cabo un paquete de políticas complementarias y se pusieran en práctica a nivel mundial ahora, podría allanar el camino para una economía limpia con rápidas reducciones de CO2 a largo plazo después de 2030. Por ejemplo prohibir nuevas centrales eléctricas de carbón o iniciar un modesto precio mínimo global del CO2.
Christoph Bertram, autor principal del PIK, explica que por primera vez podemos demostrar que hasta 2030 un precio de CO2 inferior al óptimo de sólo 7 dólares puede iniciar una necesaria transformación del sistema energético si en los mismo estados se promulgan al mismo tiempo una serie de políticas de tecnología.
Por otro lador, Gunnar Luderer, el líder del proyecto ha constatado que es necesario para completar esta estrategia, la regulación de las tecnologías más contaminantes. Hasta el momento, parece claro que la mayoría de los países harán un uso intensivo de las políticas tecnológicas en sus esfuerzos por limitar las emisiones.
Habrá que esperar a la cumbre climática mundial que se celebra en París a finales de este año si llegan a un acuerdo sobre el clima. De todas formas no se podría llevar a cabo importantes reducciones de los gases de efecto invernadero en el corto plazo, pero los objetivos de emisión podrían fortalecerse mediantes políticas complementarias.