Aunque sea de forma accidental o intencionada, es muy sorprendente que el 96% de los incendios los provoque el ser humano. Los incendios accidentales pueden evitarse. Con pequeñas precauciones como no hacer uso del fuego en el bosque y saber que quemar restos agrícolas sin control, abandonar basuras o tirar colillas puede ser la causa de un destructivo incendio. Ante los incendios causados de forma intencionada hay que actuar con firmeza y denunciar a los responsables. España es el segundo país de la UE en superficie forestal, sin embargo el año pasado se registraron 15.900 incendios y cerca del 60% afectó a Espacios Naturales Protegidos. En definitiva, los incendios son la peor amenaza para los bosques, así que cuidémoslos para ganar la batalla a los incendios forestales.