Estos chimpancés tienen la capacidad mental de un niño de 7 años. Pueden llegar a aprender unas 700 palabras de lenguaje oral y comprender el lenguaje de signos. Aunque, como asegura la directora del centro, Marta Bustelo, con una mirada dicen muchas cosas. Rainfer es un centro de rescate y recuperación de primates en el que hay 120 ejemplares. La filosofía está alejada de tenerlos para exhibición y lucro del ser humano. En este centro hay historias duras. Desde animales que han sido aislados desde pequeños sin contacto con otros de su especie y llegar a padecer depresiones muy profundas, hasta otros que han sido maltratados. Muchos primates son capturados cada año en sus lugares de origen y criados en cautividad con fines lucrativos. Los animales que se encuentran en este centro no tienen posibilidades de ser reinsertados en la naturaleza porque tienen trastornos psíquicos y físicos que hacen inviable que pudieran valerse por sí mismos. Se estima que hasta la tercera o cuarta generación de primates viviendo en libertad no llegan a ser totalmente independientes. Si no han tenido ese bagaje cultural y emocional de haber vivido en la selva no podrán sobrevivir. El SEPRONA colabora con este centro de rescate. La manutención corre a cargo de Rainfer, que recibe el apoyo de muchas personas, como es el caso de Jane Goodall, que siempre que puede visita este centro. El primate está catalogado como el animal más peligroso del planeta por encima de los grandes felinos, debido a su fuerza y su inteligencia. Alumnos de todas las edades visitan este centro para tomar conciencia de lo que sucede con los primates. En este centro esconden los animales para fomentar su bienestar mental. Los primates desarrollan traumas si son arrancados de los brazos de sus madres y sus grupos sociales.