La ganadería cárnica industrial, la porcina en mayor medida que la avícola o de vacuno, genera esta mezcla de excrementos de animales y aguas de limpieza de las granjas conocida como purines. Su acumulación en balsas está asociada a la emisión de gases de efecto invernadero y su uso desmedido e incorrecto como fertilizante de los campos agrícolas está contaminando las aguas subterráneas por el exceso de nitratos dejando estas de ser potables.
La Comisión Europea, tras apercibir a España en varias ocasiones por el incumpliendo de sus obligaciones en cuanto a la protección de los acuíferos, finalmente ha llevado al país ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Este hecho puede acarrear al país "una multa que tal vez paguen todos los contribuyentes y no solo aquellos que contaminan el agua", señala Luis Ferreirim.
Por todo ello, el gobierno español ha aprobado la modificación del Real Decreto de 1996 para reducir la contaminación por nitratos.
Greenpeace aboga además por secundar medidas similares a las que han tomado otros países de la Unión Europea para abordar este mismo problema, como son la de solicitar moratorias a la ganadería industrial desde los organismos regionales competentes (en este caso las CCAA) y la reducción de la cabaña ganadera hasta unos límites razonables para la sostenibilidad del ecosistema rural.
La contaminación del agua por nitratos es un problema que afecta a toda la sociedad, pero especialmente a los municipios cercanos a este tipo de explotaciones. La OMS recuerda que consumir agua con más de 50 mg de nitratos por litro puede provocar problemas sanitarios.
Si quieres saber más sobre este asunto, no te pierdas la entrevista que 'Hazte Eco' ha mantenido con el responsable de Campaña de Agricultura de Greenpeace.