El Centro Tecnológico de Calzado de Portugal lleva a cabo una serie de trabajos para ver cómo mejorar la industria en cuanto a medioambiente se refiere. Una de las cosas que hace es analizar el cromo, para que, cuando sea necesario usarlo, garantizar que esté de forma que no sea perjudicial. María José Ferreira, directora de sostenibilidad en el Centro Tecnológico de Calzado de Portugal, explica por qué se usa el cromo: "El cromo se usa porque las pieles que usamos, que vienen de animales que consumimos para la alimentación humana, tiene que transformarse en un cuero resistente, que no se pudra, que no se deshaga. El cromo se usa también, por ejemplo, en un tenedor, y no tiene ningún problema para la salud, pero en el calzado puede haber un cambio químico de ese cromo".
Reciclar zapatos
Otro de sus objetivos es conseguir reciclar los calzados que ya no sirven. Para ello es fundamental que no contenga sustancias peligrosas o dañinas. Es por esto que se busca una transición al uso de materiales renovables, con el proyecto BioShoes4All. Uno de los materiales que pretenden dejar de utilizar son los plásticos y para ello están implementando formas para transformar el aceite vegetal en plástico bio, de este modo los materiales se podrían reciclar. María José Ferreira, directora de sostenibilidad, explica lo siguiente: "Los plásticos que no son bio la idea es reciclarlos, que frenemos la extracción de recursos de nuestro planeta. Y ¿Cómo lo hacemos? reciclando todos los materiales que están en la economía, en las suelas, en las partes de arriba del calzado". Ya han asistido al Centro diversas marcas de zapatos a ver los avances que se han hecho en esta materia.
Durabilidad del zapato
Otra de las cosas que estudia este Centro Tecnológico es la durabilidad del calzado, así aseguran que es sostenible el calzado y va a tener una larga vida. Esto lo miden mediante máquinas que comprueban la cantidad de golpes que puede dar la suela antes de estropearse y la cantidad de veces que se puede doblar ese zapato. Por ejemplo, un zapato de señora puede recibir más de 15 000 golpes en el talón antes de romperse.