Susana Falcón asegura que es de las energías nucleares son de las de más bajas emisiones, su generación es segura y no es costosa. Las centrales nucleares son muy competitivas por su elevada fiabilidad, lo que les lleva a producir ingentes cantidades de electricidad. Más del 90 % de las horas del año están acopladas a la red eléctrica. Por otro lado, el uranio, que es el combustible que utilizan, solo tiene un peso del 6% en el coste del kWh. Lo que aporta una estabilidad económica a este tipo de energía, especialmente en los tiempos actuales en los que hemos visto que son las materias primas las que elevan el precio. Respecto a la seguridad, solo pueden operar las centrales que son seguras. Además, el Consejo de Seguridad Nuclear tiene la potestad de interrumpir el funcionamiento de una instalación en aquellas situaciones en las que considere que puede haber un riesgo para la población o el medio ambiente. En cuanto a la contaminación, la huella de carbono es de 12 gramos de C02 por kWh. Para WIN (Women in Nuclear), este tipo de energía es un recurso imprescindible contra el cambio climático. El IPCC ya considera la energía nuclear como parte de la solución al cambio climático. Sin embargo, en España se establece la descarbonización del sector eléctrico, frente a la promoción de las energías renovables. En WIN abogan por la complementariedad de ambos recursos, porque consideran que son el mejor complemento de las energías renovables.