En este espacio conviven todo tipo de animales. Algo que supone dietas de lo más variadas y desechos de todo tipo. De este último punto, además, destacan los residuos generados por especies grandes, como rinocerontes y elefantes. Cantidades, que pueden llegar a suponer cada año más de 2.200 toneladas de desechos orgánicos. Un material que distintas empresas de reciclaje se encargarían de aprovechar. Los usos que pueden darse a estos excrementos son muy variados; ya que, en algunos casos pueden llegar a usarse como combustible. Sin embargo, como descubrimos en nuestro último programa, la forma más común de aprovechar este material es transformarlo en abono, cuya calidad dependerá de la especie que produzca las heces; así como de la dieta y alimentación que siga.