El estudio que están realizando indica que hay una tendencia por parte de los jóvenes españoles de llevar a cabo una alimentación más saludable y sostenible. Su equipo se dedica a convertir los residuos del café en nuevos ingredientes para crear alimentos más sostenibles. Estos residuos del café tienen un gran impacto ambiental, porque las empresas productoras general al año más de 2.000 millones de toneladas de residuos y los tiran, fundamentalmente a los ríos. Los residuos del café son muy ricos en fibra y compuestos fenólicos, todos ellos beneficiosos para la salud, que ayudan a prevenir enfermedades como la obesidad o la diabetes. Los residuos de la industria alimentaria tienen un futuro en la bioeconomía, que es sinónimo de economía circular. "Cuando analizamos un alimento nos basamos en las tres 'S'. Que sea sensorialmente agradable, saludable y sostenible", ha destacado María Dolores del Castillo.