"Lo que se puede ver es una retracción notable, de casi 4 kilómetros, que coincide con la evolución que tienen, en las últimas décadas, la casi totalidad de los hielos a lo largo de toda la cordillera” explicó Juan Carlos Villalonga, Director de Campañas de Greenpeace Argentina. La foto del glaciar Ameghino fue tomada en marzo de este año por la organización ecologista en una expedición conjunta con el Instituto Argentino de Nivología y Glaciología (IANIGLA), y permite la comparación gráfica con la foto tomada desde el mismo lugar en 1931, por el sacerdote Alberto De Agostini, que documentó los glaciares patagónicos. “El efecto obvio del calentamiento global es la retracción de las masas de hielo en todo el planeta, y obviamente, nuestro país y los glaciares de Sudamérica no están ajenos a ello. Uno recorre periódicamente la Cordillera de los Andes, y ve claramente que el proceso de retracción sigue y en muchos casos se ha acelerado”, alerta el doctor Ricardo Villalba, director del IANIGLA. La desaparición de cuerpos glaciares representa una pérdida de reservas de agua dulce y muchos de estos hielos contribuyen en el caudal de ríos que nacen en altas cumbres, como en la región de Cuyo. La recientemente sancionada Ley de Glaciares obliga al Estado a realizar un inventario y el monitoreo permanente de los glaciares en toda la cordillera. “Es necesario poner en ejecución la Ley de Glaciares para comenzar a monitorear y evaluar la situación de este vital recurso” explican desde Greenpeace. “Entre otras cosas, la ley debe reglamentarse y deben proveerse de fondos al IANIGLA que es quien tiene que realizar los inventarios". El glaciar Ameghino pertenece al Campo de Hielo Patagónico Sur, que cubre la cordillera austral a lo largo de 350 kilómetros. De este campo se desprenden 13 grandes glaciares y 190 glaciares menores. En la comparación fotográfica puede verse un retroceso del mismo de casi 4 kilómetros de longitud. Si bien, en su frente ahora existe una laguna que no aparecía en fotografías tomadas en el año 1949. Los estudios que realiza el IANIGLA periódicamente sobre el Ameghino muestran un proceso de retracción permanente. Se puede estimar que desde la foto original, en el año 1931, al año 2010, el retroceso total ha sido de un poco menos de 4 kilómetros. “Estas fotografías permiten visualizar de manera sencilla y gráfica cómo está impactando en las masas de hielo permanente el aumento de las temperaturas. Con la pérdida de hielo se pierden reservas de agua dulce que se tornarán cada vez más críticas, por ejemplo, en la zona de Cuyo” finalizó Villalonga.