Greenpeace ya ha denunciado que los planes de Statoil, que pretende abrir tres pozos petroleros en la denominada zona Hoop, el área más al norte donde ha actuado hasta ahora esta compañía estatal, suponen un riesgo para la reserva natural de la Isla del Oso, en el archipiélago de las Svalbard, en caso de accidente.
El grupo ecologista criticó a las autoridades noruegas por otorgar a Statoil el permiso para iniciar las perforaciones, a pesar de que la Agencia de Protección del Medio Ambiente había ordenado inicialmente su paralización tras recibir una queja formal de esta ONG.
Los activistas, procedentes de ocho países, tienen víveres para aguantar "varios días" a bordo de la plataforma, advirtió el grupo en un comunicado. Statoil criticó a Greenpeace por actuar de forma "irresponsable e ilegal" al ignorar el riesgo de estas acciones en mar abierto. "Un escape de petróleo es muy poco probable, aparte de que se han colocado barreras para poder afrontar un caso así", aseguró Statoil, controlada por el Estado noruego.