1 Coloca bien los alimentos en la nevera
En la nevera cada alimento tiene un lugar determinado, pero ¿cuál es? Los alimentos más perecederos debemos colocarlos en la parte más baja de la nevera ya que es la más fría y los ya cocinados en la parte central, porque no necesitan tanto frío. La leche, correctamente cerrada, se conserva bien en la puerta de la nevera ya que necesita unos 7 grados de temperatura, al igual que otras bebidas ya abiertas. Es recomendable no meter comida aún caliente en el frigorífico, (ya que consumiría más), así como dejar espacio entre los alimentos para que circule bien el aire.
2. Haz la compra con una bolsa de tela
No parece un acto muy significativo, pero el hecho de cambiar la bolsa de plástico por la de tela reduce casi en un 30% los residuos que generemos. El plástico es uno de los materiales que más tardan en degradarse. La tela es un sustituto más ecológico, duradero y fuerte. Y este gesto no solo se limita para ir a al mercado, las bolsas de tela las puedes usar para viajar o llevar la comida al trabajo.
3. Muévete en transporte público
No coger el coche puede ser el gesto con el que más evitas contaminar, ya que reduces la emisión directa de gases contaminantes a la atmósfera. Es algo que se lleva diciendo años, pero un autobús lleva tanta gente como diez coches llenos. Otra opción al transporte público es la bicicleta, cada vez más extendida en España, con ella no sólo dejas de contaminar cuando te desplazas, sino que también mejora la salud y es más económico.
4. Si usas papel, que sea reciclado
Se necesitan hasta 9 árboles para producir una tonelada de papel. Con el uso de papel reciclado, o reciclando papel industrial, se colabora con la reducción de los efectos climáticos evitando la tala de más árboles.
5. En envases, menos es más
Puede que sea una de las tareas más difíciles de realizar, ya que son las empresas las que deben realizar envases menos contaminantes, pero te ofrecemos un par de consejos con los que puedes ayudar: no comprar alimentos que están envueltos de manera innecesaria, como frutas y verduras o usar botellas cuando se puede transportar en el líquido en termos. Lo que es importante es reutilizar todos los envases, es decir, darles otro uso.
6. No ensucies el entorno
Esta puede ser la tarea más fácil. Tener en cuenta que no solo hay que ser cuidadoso en casa sino también en la calle. No tirar desperdicios al suelo, retirar los excrementos de los perros o respetar las zonas verdes, son pequeños gestos que pueden hacer de tu cuidad un lugar menos contaminante.
7. Plancha más ropa de una vez
¿Sabías que una hora con la plancha encendida equivale a 20 horas de televisión o siete de ordenador? Sabemos que es muy pesado, pero procura planchar mucha ropa de una sola vez ya que a la larga se gasta menos. Y recuerda apagarla siempre.
8. Usa las escaleras
Un recorrido de 15 segundos en ascensor consume lo mismo que una bombilla de 60 vatios encendida durante una hora. Además, convertir el subir escaleras en un hábito diario, mejora la salud.
9. Invierte en ventanas y ahorrarás en calefacción
Las ventanas son los lugares de la casa donde se pierde la mayor parte del calor que acumulamos a través de la calefacción. La instalación de ventanas reforzadas supone una inversión inicial que se rentabilizar en poco tiempo con un ahorro del 20% el gasto anual. Pero hay hábitos a lo que te puedes adaptar para evitar el escape de calor a través de las ventanas. Por ejemplo, cerrar las ventanas por las noches y abrirlas por el día, mantener los cristales limpios para que entren más rayos de sol o colocar persianas para evitar la salida del calor.
10. Apaga los electrodomésticos del todo
No es suficiente con apagar el televisor. Cuando los aparatos eléctricos están en 'stand-by' consumen un 10% de energía. Se puede colocar una regleta enchufando varios aparatos y así con solo apagar la regleta los aparatos no consumen.