Los fenómenos meteorológicos extremos o la repercusión directa sobre la biodiversidad están entre los efectos más visibles, según ha explicado a EFE el profesor e investigador de Conservación de la Biodiversidad en la Universidad Europea, Álvaro Luna. Luna hace especial hincapié en la aceleración de los cambios climatológicos de las últimas décadas, que provocan que las temperaturas sean en general más altas, los inviernos más suaves y las nevadas menores.
Los animales viven sus ciclos más de una vez al año
En el caso de España, estas alteraciones se manifiestan sobre todo en una mayor aridez del territorio, así como una creciente escasez de agua, pero también en la proliferación de especies propias de ecosistemas más cálidos. En la flora hay un desajuste en la polinización, de manera que las flores salen antes de lo que les corresponde. Además, muchos animales viven sus ciclos más de una vez al año, con el consiguiente desequilibrio del ecosistema. Esto afecta al ser humano y a su actividad económica, ya que a largo plazo, las personas pueden decidir elegir otros puntos de España o del mundo en los que habitar, y esto podría derivar en futuros conflictos.
En la misma línea, el responsable de Clima y Energía de Ecologistas en Acción, Javier Andaluz, ha manifestado que la situación es grave y debería centrar las informaciones económicas. Los datos disponibles son preocupantes porque se están acelerando las predicciones que se esperaban para dentro de diez años. Un mes de compromisos El Día Mundial del Clima se conmemora cada 26 de marzo después de que la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático de 1992 lo fijara para generar conciencia y sensibilizar a las personas a nivel mundial. Esta fecha se une a las de otras jornadas de interés en el mismo mes, como:
- El Día Mundial de la Vida Silvestre (3 de marzo)
- El Internacional de Acción por los Ríos (14)
- El Internacional de los Bosques (21)
- El Día Mundial del Agua (22)
- La Hora del Planeta (23)