El rápido retroceso del hielo marino en el Ártico es uno de los principales indicadores del proceso del cambio climático en nuestro planeta, en el que todos contribuimos.
En los últimos 40 años, la cubierta de hielo en verano se ha reducido a más de la mitad y esta puede desaparecer a mediados de siglo si no se disminuyen las emisiones de gases de efecto invernadero.
Gracias a un estudio estadounidense publicado en la revista Science, ahora podemos conocer como cada uno de nosotros contribuye a este problema.Los resultados demuestran que por cada tonelada de CO2 emitida por cualquier persona en el planeta, desaparecen 3 metros cuadrados de hielo marino ártico.
El nuevo método utilizado en este proyecto, basado en observaciones del vínculo entre las emisiones de dióxido de carbono y el área de hielo del verano ártico, permite calcular los efectos de las emisiones de gases invernaderos de forma más precisa.
Por ejemplo, puede prever las emisiones de CO2 para cada asiento de un vuelo. De esta forma, por un vuelo entre Londres y San Francisco desaparecerían cinco metros cuadrados de hielo marino.
Con estas observaciones, los investigadores demuestran que la meta de reducir la temperatura del planeta en 2 grados sería insuficiente para conservar el hielo del Ártico en el futuro.