El calentamiento de los océanos y la acidificación, son don graves amenazas para los arrecifes de coral, pero la falta de oxígeno provocado por la contaminación del ser humano es uno de los principales peligros para los corales, según un estudio publicado por el Instituto Smitshonian de Investigaciones Tropicales (STRI) de Panamá.
En septiembre de 2010, los científicos del Smitshonian observaron que los arrecifes de la bahía de Almirante, en la provincia panameña de Bocas del Toro, tenían "signos severos de estrés", como color blanquecino de los corales, que está asociado al calentamiento de las aguas.
Pero, también hallaron "gruesas esteras de limo bacteriano y cadáveres de cangrejos, erizos de mar y esponjas", unos signos que no están relacionados con las altas temperaturas.
Para el estudio, los científicos han medio la calidad del agua y han descubierto que "los niveles extremadamente bajos de oxígeno en las más profundas contrastaban con altos niveles de oxígeno en aguas poco profundas donde los corales seguían sanos", ha afirmado el Smitshonian.
Las áreas más comunes donde se dan estas zonas muertas son en los trópicos, pero la gran mayoría de ellas no han sido localizadas. "El número de zonas muertas actualmente en nuestro mapa del mundo es 10 veces más alto en las zonas templadas que en los trópicos, pero muchos biólogos marinos trabajan en universidades de Europa y Norteamérica y tienen más probabilidades de encontrar zonas muertas cerca de casa", ha advertido el científico del Smithsonian, Andrew Altieri.
Este grave problema necesita una solución "a gran escala", ha señalado el científico, que ha destacado que "las zonas muertas se pueden reducir controlando las aguas residuales y la escorrentía agrícola hacia el océano".