WWF pone en marcha un nuevo proyecto, cofinanciado por la Comisión Europea en 11 países de la UE, que tiene como protagonista al consumidor. Su objetivo, aumentar la concienciación sobre las consecuencias ecológicas y sociales a escala global que tiene el consumo de pescado. En la iniciativa participan Bulgaria, Alemania, Francia, Grecia, Italia, Croacia, Austria, Portugal, Rumania, Eslovenia y España.
La Unión Europea es el principal importador de pescado y marisco del mundo, la mitad proviene de países en vías de desarrollo.
España y la UE
Con motivo del Año Europeo para el Desarrollo, cabe recordar que la UE es el principal importador de pescado y mariscos del mundo, con un 23% de la producción internacional, de los cuales la mitad de los productos provienen de países en vías desarrollo. En este escenario, nuestro país es el cuarto mayor importador del mundo y el noveno exportador. Por tanto, tiene un gran peso en el comercio mundial y debe mostrar su compromiso con la sostenibilidad de la pesca y la acuicultura, ya que conllevan efectos directos sobre la pobreza y la seguridad alimentaria de más de 800 millones de personas.
Por otra parte, España es el tercer país con mayor consumo per cápita en la UE. Eso supone que tiene una gran dependencia de las importaciones, junto a una enorme influencia en la pesca internacional, factores de los que se deriva también una responsabilidad con la salud de los océanos y las comunidades dependientes del mar. En 2013, nuestro país importó 1.479.722 toneladas de productos de la pesca y acuicultura. El 72% procedía de buques pesqueros de terceros países y el 38% de países en vías de desarrollo.
De hecho, el pasado 9 de mayo de 2015 España dejó de consumir pescado capturado en aguas españolas y empezó a depender del que se pesca en mares de otras regiones del planeta, incluidos países en desarrollo. Consumidor, pieza clave: La campaña de sensibilización de WWF pretende mostrar que cada consumidor puede contribuir a una economía más responsable con las personas y la naturaleza mediante la compra de pescado y marisco sostenibles.
Para lograrlo, la iniciativa de WWF persigue concienciar a los consumidores sobre la necesidad de comprar de forma sostenible. Dar a conocer las condiciones de vida de las comunidades pesqueras de los países en desarrollo, los impactos de la producción pesquera y acuícola y cómo una pesca sostenible puede contribuir a su bienestar. Motivar a los comercializadores, procesadores, distribuidores y minoristas a que busquen fuentes sostenibles y responsables de productos pesqueros en su gama de productos; Y promover normativas que apoyen la producción pesquera legal, sostenible y responsable. WWF subraya que el consumidor tiene un papel crucial como motor del cambio, incentivando la producción sostenible y más transparente. De ahí que deba dar prioridad a los productos sostenibles, y aplicar esta norma tanto si está comprando peces marinos como de agua dulce, procedentes de la pesca extractiva o de la acuicultura.
La organización insiste en que es fácil identificar el origen sostenible si los productos están adecuadamente etiquetados. No en vano, hay muchos productos con etiquetas como MSC, para los procedentes de pesca extractiva, o ASC, para peces de cultivo. Otra herramienta efectiva para el consumidor es buscar la información pertinente. La ley garantiza el acceso a una serie de datos sobre los distintos productos pesqueros, tales como la especie, caladero y tipo de arte, por lo que se recomienda preguntar al pescadero si se tiene dudas sobre el origen del pescado.
La sobrepesca en cifras
>En 2013, unos 93 millones de toneladas de peces fueron capturados en todo el mundo
>En 40 años las poblaciones de especies marinas se han reducido en un 39% de media en todo el mundo, una de las causas es debido a la sobrepesca
>Casi el 30% de las poblaciones evaluadas de peces que se capturan comercialmente es objeto de pesca excesiva
>Se estima que la pesca ilegal, no declarada y no regulada representa entre 11 y 26 millones de toneladas (12-28% de la pesca mundial).
>En el Mediterráneo y el mar Negro, el 93% de las poblaciones pesqueras evaluadas sufren sobreexplotación.
>En el Atlántico Noreste la situación está mejorando, aunque aún el 48% de las pesquerías evaluadas están sobreexplotadas.