Se trata de "crear sinergias" entre los establecimientos y el consumidor, en un tándem perfecto que beneficie a todos y haga factible un modelo "exportable y aplicable a cualquier ciudad del mundo", explica a Efe el concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Santiago de Compostela, Xan Duro.
Esta ciudad gallega ha sido la primera en aplicar la iniciativa a través del proyecto Tropa Verde, desarrollado por una empresa local y cuya originalidad y efectividad le ha valido diversos reconocimientos, como el premio Ciudad Sostenible en la categoría de Gestión de Residuos, concedido por la Fundación Fórum Ambiental.
La Tropa Verde, nacida en el año 2016, funciona ya en siete ciudades y villas gallegas, en el caso de Santiago con más de 3.200 ciudadanos inscritos y entregados al reto de reciclar y cerca de 120 establecimientos comerciales dispuestos a premiar su esfuerzo.
El funcionamiento es muy sencillo: una plataforma web registra al ciudadano inscrito al programa cada vez que acude a reciclar a un punto limpio y le concede puntos que se acumulan en su expediente y después puede canjear por premios del Ayuntamiento -como descuentos en transporte- y de los minoristas locales asociados.
El reciclaje "se ha disparado" en Santiago, pero el objetivo es exportar el modelo a otras ciudades, ha explicado Xan Duro, "orgulloso" de liderar un grupo de transferencia creado en virtud del programa europeo Urbact, "en el que asesoraremos y daremos con ellos los primeros pasos" para su implantación en municipios de Francia, Hungría, Grecia, Portugal y Polonia.
Tropa Verde es una iniciativa más en el camino iniciado por los ayuntamientos para cumplir la directiva europea, que exige a las ciudades el reciclaje de al menos el 50 por ciento de los residuos urbanos para el año 2025.
Un reto en el que la educación "es básica por dos razones, porque esos niños y niñas después se convertirán en adultos y lo tendrán asumido y porque son transmisores en sus hogares de esas buenas prácticas y tienen mucha capacidad de insistencia para convencer de hacer las cosas bien", ha insistido el concejal.
Para Xan Duro, satisfecho de que Santiago sea "una ciudad comprometida" y convencido de que además "es una ciudad limpia", con legislación y multas "se puede vencer, pero es mucho más importante convencer" y eso sólo se consigue con educación e información.
Por eso, las campañas escolares tienen para este político una gran relevancia, como las vinculadas al compostaje o a la recogida de aceite en colegios, pero también "somos muy partidarios de facilitar al ciudadano y al negocio que cumpla la legislación".
En este sentido, ha destacado los programas de recogida de vidrio "puerta a puerta" o los convenios con Ecoembes para la implantación de recogida separada de envases, ambos destinados a la hostelería.
Con la ayuda de Tropa Verde, Xan Duro asume orgulloso el "plus de responsabilidad" que supone estar en un cargo público en una ciudad "referente mundial", y, con las cifras en la mano, asegura que "el resultado es espectacular".
Tropa Verde ha promovido en un año y medio más de 16.000 acciones de reciclaje en centros cívicos y sociales y en puntos limpios, canjeadas por cupones valorados en 15.000 euros que han concedido unas 800 recompensas, según datos de la organización.