La perrita ha pasado el verano encerrada en un balcón de un piso del municipio de Carballiño a pesar del frío, el calor, la lluvia o el granizo. Los vecinos sabían de su existencia y bautizaron al animal como Valentín, por su valentía, hasta que supieron que era una hembra y la llamaron Valentina.
A finales de agosto, durante una fuerte granizada, las tres vecinas llamaron a la casa donde Valentína vivía encerrada para hablar con la propietaria y pedirle que la metiera en casa para protegerla de las inclemencias del tiempo. Ante la negativa de la dueña, una de las tres vecinas interpuso una denuncia contra la dueña. Pero Teresa, Ana y Enma sabían que no era suficiente, porque los trámites se alargarían y la vida de la perrita corría peligro.
Entonces apareció Francisco Valeiras, jefe de la Policía local y miembro del grupo ecologista Outeiro y encontraron una solución: comprar a Valentina.
Ninguna de las tres vecinas podía hacerse cargo de la perra, porque ya tenían otras mascotas, pero al comprarla la rescatarían. La dueña entregó a Valentina a cambio de 100 euros, afirma el diario.
Una vez sacada de esa casa, Valentina fue trasladada a una protectora de Ourense y ya ha sido adoptada, según ha comunicado el grupo ecologista Adopta Outeiro.