La investigación, realizada en colaboración con la Universidad de Birmingham, se llevó a cabo ante la preocupación sobre las consecuencias que el aumento de las temperaturas está teniendo en los ríos, donde supone un peligro para las poblaciones de salmón y trucha marrón.
Las imágenes aéreas que toman los drones facilitan el trabajo de los expertos, que pueden así identificar de forma precisa las ubicaciones idóneas para plantar árboles que mantengan bajas la temperatura del agua de los ríos.
La plantación controlada de vegetación se utiliza desde hace tiempo como un método para mantener frescos los ríos, ya que, según Marine Scotland, los peces como el salmón y la trucha marrón son "relativamente intolerantes" a las altas temperaturas.
Como parte del estudio, el verano pasado, un dron equipado con una cámara de alta resolución fue sobrevolando el río Dee en Aberdeenshire, noreste de Escocia, para tomar imágenes aéreas, que se usaron para crear un mapa en 3D de la altura de los árboles a lo largo de sus orillas.
Los drones ofrecen un método de estudio de bajo coste que permite analizar extensiones remotas de ríos tanto en Escocia como en el resto del Reino Unido. La información recopilada podría ser una gran fuente de información para desarrollar plantaciones dirigidas en lugares donde los árboles aportarían "la mayor efectividad en la reducción de los efectos del cambio climático", según Marine Scotland.