El último informe sobre el uso de animales en experimentación y docencia remitido por el ministerio a la Comisión Europea señala que de los 817.742 usoso de animales, el 98,8& fueron por primera vez y el 1,07% se reutilizaron siguiendo los requisitos y condiciones exigidos por la Unión Europea.

Los animales más usados en laboratorios son los ratones (56%), seguidos de los peces (12.3%), aves de corral (12%), ratas (5,9%), conejos (2,52%), cefalópodos (2%) y cerdos (1,5%).

Según la estadística, en 2019 los ratones se usaron 460.0761 veces, las ratas 48.536, las cobayas 8.116; los conejos 20.586 veces, los peces cebra 40.493 veces, ‘otros peces’ 100.843 veces, las aves de corral 98.252 veces y los cerdos 9.410 veces.

Cabe destacar que en 2019 se emplearon menos mamíferos, especialmente roedores y primates, y mas peces y cefalópodos.

El informe señala que el uso de roedores se ha reducido un 10% debido a la modificación de los protocolos de muestreo tisular para los estudios genéticos.

El incremento en el número de usos en los peces, que ha pasado de un 10% a un 12% en el último año, se debe a que las investigación en las que se emplean están ligadas a poblaciones de animales en las que se utilizan formas muy tempranas de desarrollo.

La mayoría de los animales han sido utilizados para llevar a cabo estudios sobre protección del medioambiente, preservar la biodiversidad y estudiar la biológica de ese animal.

El informe también destaca que el número de usos severos ha aumentado por el desarrollo de proyectos relacionados con el dolor crónico, usos de nuevos fármacos y enfermedades discapacitantes.

De los más de 800.000 animales utilizados el año pasado, el 66% no fueron alterados genéticamente para la investigación de alguna enfermedad como el cáncer o la diabetes.

La estadística incluye un apartado con información específica sobre el uso y la procedencia de los 176 primates utilizados en 2019. En ningún caso se utilizaron animales capturados en la naturaleza, todos habían nacido en cautividad, en colonias en las que los animales se crían en comunidad pero están acostumbrados a los seres humanos.

Los estudios relacionados con el cáncer suponen más del 26% del total y los realizados sobre enfermedades endocrinas y metabólicas humanas, el 19%. Las enfermedades nerviosas y mentales suponen casi el 18% y las infecciosas, el 9%. Todas ellas en ascenso.

Desde 2009 se ha reducido el uso de animales en laboratorios españoles gracias a la directiva que obliga al fomento de las 3R: reemplazar animales por otras técnicas siempre que sea posible; reducir al míonimo su uso en laboratorios y refinar los métodos empleados en la investigación.