Se llama situs iversus y solo uno de cada un millón de caracoles nace con esta malformación que provoca que la concha de estos animales se enrosque hacia la izquierda y no hacia la derecha como ocurre en la mayoría de caracoles.
Esta característica, aunque parezca original, es un auténtico drama para Jeremy por lo que, un día, Angus Davison, profesor de genética evolutiva de la Universidad de Nottingham decidió que esta situación tenía que cambiar.
El profesor se puso manos a la obra y decidió que tenía que hacer algo para encontrar a la pareja perfecta para Jeremy: otro caracol zurdo.
Angus Davison también tenía interés en que Jeremy encontrara una pareja para analizar si esta peculiaridad es el resultado de un desajuste en su desarrollo o es una característica hereditaria. Los caracoles son hermafroditas y no necesitan pareja para reproducirse, aunque prefieren hacerlo en compañía, según ha explicado el profesor.
Así, después de una intensa búsqueda, el profesor no encontró uno si no, dos caracoles zurdos, uno en Londresy otro en Mallorca, Lefty y Tomeu, respectivamente, que se convirtieron en dos posibles pretendientes para Jeremy.
El encuentro entre los tres caracoles se produjo muy pronto pero, desafortunadamente, no fue como esperaban. Para sopresa de todos, hubo descendencia pero no precisamente de Jeremy.
Lefty y Tomeu se reprodujeron entre ellos y nacieron 170 pequeños caracoles. Ninguno con la peculiaridad de sus padres.
El motivo es que esta condición que provoca que algunos caracoles sean zurdos proviene de un gen autosómico recesivo, es decir, que es necesario recibir dos copias del gen mutado para desarrollarla.
Un triste final para Jeremy pero, por el momento, ya que las cosas podrían cambiar dentro de poco ya que Lefty ha vuelto a casa con sus dueño.
Por lo tanto, a partir de ahora Tomeu y Jeremy estarán solos y quién sabe si el tiempo será el encargado de que Jeremy consiga, por fin, su deseado final feliz.