Cientos de madrileños y viajeros que pasan, cada día, por la estación de Atocha , tendrán que despedirse de las más de 300 tortugas que viven en el estanque que, originalmente, fue diseñado para albergar exclusivamente flora.
Además de acabar con el abandono animal en el jardín acuático de la estación de trenes de Atocha , Adif trasladará a estos animales a un centro de naturaleza en Navas del Rey, Madrid, para poner solución al drama que se esconde detrás de estas tortugas que, debido a la superpoblación y a la falta de alimento, se comen unas a otras.
Las tortugas, abandonadas por sus propietarios en el estanque, pertenecen en su mayoría a especies catalogadas como exóticas e invasoras, "cuya compra-venta es ilegal", explica Adif. El administrador de infraestructuras ferroviarias destaca que durante los últimos años se ha encargado de forma voluntaria del cuidado de estas tortugas, dedicando recursos a su cuidado y alimentación, y ha implantado medidas para evitar nuevos abandonos y concienciar sobre esta problemática. Sin embargo, dice, "los abandonos no han cesado, provocando incluso en algunos momentos la aculturación del estanque, que no reúne las condiciones adecuadas para el bienestar de los animales".
En virtud del acuerdo con el Ayuntamiento de Navas del Rey, Adif aporta 50.000 euros para el traslado, reubicación y mantenimiento de las tortugas y el hábitat que las acogerá durante un periodo de cinco años. El Ayuntamiento cede el espacio que se destinará a los animales en el centro de fauna y se encargará de la ejecución de la construcción de una laguna y el hábitat artificial, y asume el cuidado de la fauna trasladada.
En el lugar donde está ahora el estanque de Atocha, Adif licitará en breve las obras de supresión y posterior pavimentado de un área de 128 metros cuadrados, donde se prevé ubicar un espacio destinado al desarrollo de acciones no comerciales de educación ambiental, sensibilización social y actividades culturales.