La medida entrará en vigor en 2025 y, entre el 22 de enero y el 20 de febrero de 2025, el Golfo de Vizcaya se cerrará a los barcos de pesca de más de 8 metros de eslora, han explicado desde Bruselas. Esta medida se llevará a cabo a no ser que el Parlamento Europeo o el Consejo se opongan en los dos próximos meses.

Las medidas han sido objeto de una recomendación conjunta acordada por Bélgica, España, Francia y Portugal, señaló el Ejecutivo comunitario en un comunicado. En particular, Bruselas ha adaptado un acto delegado que ahora se someterá al escrutinio de la Eurocámara y el Consejo (países).

Ya se ha producido una veda similar este año, que entre el 22 de enero y el 20 de febrero pasados que afectó a los barcos con más de ocho metros de eslora, incluidos 41 navíos españoles de los que 20 pudieron salir a faenar en otras aguas, cosa que no ocurrió con los otros 21.

Los 300 navíos afectados deberán quedarse en puerto para evitar la captura accidental de pequeños cetáceos durante el invierno, que, según los científicos es un período con alto riesgo.

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Delfines | Pixabay

Las medidas no se limitan a cerrar la pesca durante un mes, sino que también incluyen el uso obligatorio de dispositivos de disuasión acústica y un programa de vigilancia de pequeños cetáceos durante todo el año, con asistentes de observación y cámaras. Las medidas "están relacionadas con el problema recurrente" que tienen los delfines y los pequeños cetáceos en invierno en las costas del Golfo de Vizcaya, dijo la Comisión, que avisó de que "continuará supervisando la situación" el próximo año y evaluará si hacen falta medidas complementarias.

Bruselas precisó que las capturas accidentales en las redes de pesca, junto con la mortalidad natural, las enfermedades y la desorientación, han contribuido de manera importante a que los delfines y pequeños cetáceos queden varados en el Golfo de Vizcaya.

El sector pesquero y los Estados miembros están invirtiendo en investigación y ensayos técnicos para desarrollar y probar nuevos dispositivos que permitan reducir la interacción entre los pequeños cetáceos y los buques pesqueros, fomentando su coexistencia en el futuro, indicó la CE.