Los osos pardos del noroeste de Turquía están abandonando su estilo de vida salvaje porque los bosques de su alrededor no tienen capacidad para cubrir sus necesidades de alimento, según un estudio realizado por un equipo de biólogos internacionales.
Un grupo de dieciséis osos pardos residentes en el Parque Nacional de las Montañas Allahuekber y el bosque Sarikamis han llegado a desplazarse cientos de kilómetros para alimentarse, ya que la sobreexplotación de las zonas donde habitan ha disminuido la cantidad de alimento. De hecho, seis de estos dieciséis osos rastreados hacen viajes migratorios regulares, de hasta 250 km, en busca de comida.
"Si el ecosistema donde habitan no estuviera dañado, ningún oso tendría necesidad de migrar. Toda la comida que necesitan se puede encontrar cerca de sus lugares de hibernación y reproducción", ha expresado Marcos Chynoweth, uno de los autores del estudio, que ha sido publicado en la revista Journal of Zoology.
"Se sabe que los osos pardos son capaces de recorrer largas distancias en busca de alimento", añade Chynoweth. Sin embargo, este paseo para buscar comida es demasiado largo, por eso los investigadores lo consideran un viaje migratorio.
Los otros diez osos rastreados no migraron, pero su comportamiento fue todavía más alarmante. Permanecieron durante todo el año al lado de la fuente de alimentos más cercana: el basurero de la ciudad de Sarikamis. Este comportamiento, inédito e inusual entre osos, resalta su capacidad para adaptarse a la diversas fuentes de alimentos.