La densidad de basura que recogen los distintos océanos es muy distinta, la del Pacífico cuenta con una mancha que abarca 1,6 millones de kilómetros cuadrados, hasta la del Índico que abarca entre 2,1 y 5 millones de kilómetros cuadrados. La del Atlántico Sur desciende a 0,7 kilómetros cuadrados y la del Atlántico Norte no cuenta con estimaciones sobre sus superficie, pero se estima que cuenta con unos 200.000 trozos de basura por kilómetro cuadrado.
Más de doce millones de toneladas de plástico llegan a los océanos en un año, según informa la empresa Gravity Wave, una empresa que recolecta residuos plásticos del medio acuático y los convierte en material reciclado. La procedencia de estos plásticos es muy diversa, no solo son envases de plástico, también se vierten microplásticos, como los que provienen de textiles que emplean derivados del petróleo en su fabricación.
Otro de los grandes problemas son las bolsas de plástico que, según Green Peace, tardan 55 años en degradarse y genera microplásticos en el aire, contamina espacios terrestres y acuáticos. Esta organización también informa de que entre un 21% y un 54% de las partículas de microplásticos se encuentran en la cuenca del mediterráneo.
Para mejorar la situación y eliminar los plásticos se necesita de una legislación que tome medidas, un ejemplo es Nueva Zelanda, que fue el primer país en prohibir la venta de bolsas finas de plástico, una medida que tomó el año pasado.