Los sucesos sobre los que investiga el Seprona están relacionados con la aparición en mayo de la cabeza de un lobo colgada en una señal de tráfico en el concejo de Salas y el hallazgo de otra cabeza de lobo en el coche de unos guardias forestales en la comarca del Sella.

Los autores de este último delito arrojaron la cabeza dentro del coche y luego rajaron los ruedas del vehículo, lo que ha sido considerado por la Asociación de Guardas del Medio Natural del Principado de Asturias una amenaza a la labor que realizan los agentes en la protección de estos animales.

"Este último incidente, vinculado al controvertido tema del lobo, utiliza nuevamente a los Agentes del Medio Natural como rehenes para mostrar un supuesto malestar ante cuestiones políticas que son ajenas a este colectivo", señala la asociación en un comunicado en referencia a la polémica que enfrenta a ganaderos y asociaciones de protección de estos animales.

Cualquiera que tenga información sobre estos ataques puede colaborar de forma anónima a través de la página web del Seprona o en el teléfono de atención de la Guardia Civil, el 062.