El cadáver del animal fue hallado por miembros de la Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico (ASCEL) en la Sierra del Cando, en un lugar próximo a la aldea de Cima de Vila. En una primera valoración, los expertos han apreciado la existencia de un orificio de entrada de bala y otro de salida a la altura del corazón.
ASCEL ha explicado que se trata de un lobo de apenas ocho meses que, tras recibir el disparo, debió recorrer unos 300 metros antes de morir, hechos que sitúan a finales de la pasada semana.
Estos datos deberán ser corroborados por la necropsia que se realizará al animal por encargo de la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia. La asociación ecologista señala que se trata de un hecho "grave" ya que no es un incidente "aislado" en esta zona, en la que ya en otras ocasiones apareció un lobo colgado en una señal o cinco cachorros fueron perseguidos durante una batida de jabalí.
La zona en la que mataron al lobo, recuerda ASCEL, está dentro de la Red Natura 2000 por lo que, junto con las asociaciones Adega y GEAS, solicitan una mayor vigilancia para acabar con estos episodios de "caza ilegal".
La administración, denuncian, está actuando de forma "muy permisiva" ante la "persecución ilegal" que sufre el lobo en Galicia, por lo que exigen que la Xunta actúe con "determinación y contundencia" ante estas prácticas furtivas.