Los satélites del programa Copérnico supervisarán la contaminación de vertidos de petróleo y la pesca ilegal en el Nordeste del Atlántico, en el Mediterráneo, el Báltico, el mar Negro, las aguas en las que están las Islas Canarias y las zonas del Pacífico donde pescan barcos europeos. Asimismo, en 2018 se publicará un informe diagnosticando la situación de los océanos gracias a indicadores de que controlarán las alteraciones producidas por el cambio climático.
Esta es una de las 36 medidas de la Comisión Europea que suponen una inversión de 560 millones dirigidos a las aguas de todo el planeta y no únicamente a las aguas europeas. Federica Mogherini, representante de Política Exterior y vicepresidenta de la Comisión Europea y Karmenu Vella, comisario de Medio Ambiente creen que la vigilancia de los océanos es una de las medidas más destacadas de las 36 registradas durante la conferencia global ‘Our Ocean’ que se está celebrando en Malta.
Además de la medida anterior, destacan la financiación para la investigación e innovación marina, para la promoción del transporte acuático con pocas emisiones contaminantes, para fomentar el uso de las energías limpias en el mar, para hacer frente a la basura marina y otros contaminantes, para la creación de una Zona de Pesca Restringida de 2.700 km2 para proteger un hábitat de cría y puesta de huevos de muchas especies marinas fuera de Italia y Croacia en las aguas del mar Adriático; y para BLUEMED cuyo objetivo es “lograr un mar Mediterráneo saludable, productivo y resiliente mediante la ciencia y la investigación”, ha acentuado Vella.
Es también importante la creación de un proyecto conjunto con la Organización Marítima Internacional para implantar cinco centros de cooperación de tecnología marítima (África, Asia, el Caribe, América Latina y el Pacífico) que pretenden ayudar a que se reduzcan las emisiones del transporte marítimo. Por otro lado, la UE dará parte de su financiación para ayudar a las zonas marinas protegidas en los países de África, el Caribe y el Pacífico mediante el programa BIOPAMA II.
Por último, la UE se ha comprometido con la creación de un plan para reducir los vertidos de plásticos en los océanos antes de que finalice 2017.