Las ciudades están poniendo en peligro millones de años de historia evolutiva de las aves porque las ciudades preservan de media 450 millones de años menos de historia evolutiva en comparación con los ambientes naturales, según el estudio liderado por el investigador del CSIC en el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF-UAB), Daniel Sol, que ha publicado la revista Ecology Letters.

"Por razones que aún no conocemos bien, las especies que tienen parientes evolutivamente distantes son más sensibles a las perturbaciones y toleran mal la vida en la ciudad", ha explicado Daniel Sol, que ha resaltado que la urbanización no sólo implica una pérdida de riqueza de especies, "también provoca una pérdida muy importante en la riqueza evolutiva de estos animales".

La pérdida de historia evolutiva se puede medir como la suma de los años en que las especies de una comunidad se separaron a lo largo de la evolución, y, en el caso de las ciudades, las estimaciones sugieren que preservan 450 millones de años menos de historia evolutiva que los ambientes naturales.

El experto ha comparado que del mismo modo que una iglesia del siglo XVI tiene más valor histórico que una del siglo XXI, una especie que es evolutivamente muy diferente a las otras, como la abubilla, que pertenece a una familia con tres únicas especies, tiene un valor de conservación más grande que una especie de un grupo bien representado evolutivamente. Es el caso del gorrión o la paloma urbana.

Para llegar a esta conclusión, investigadores del CREAF, de la Estación Biológica de Doñana del CSIC y de la Universidad Pontificia Católica de Chile reunieron datos de 1.219 especies de aves de 27 regiones de todo el mundo y analizaron como la diversidad filogenética de las comunidades cambiaba según el grado de urbanización.