El pasado 1 de noviembre, los aullidos de un perro alertaron a un viandante de Desenzano del Garda, en la región italiana de Lombardía, que avisó a la policía para que lo rescataran.

Jerry, un perro de raza bretón, color blanco y caramelo, llevaba  dos días enterrado, con una venda atada a los ojos. Cuando los agentes lo desenterraron, además de respirar con dificultad, se encontraba inmovilizado y con graves signos de deshidratación, según publica ‘Il Corriere della Sera’.

Tras descubrir que aún tenía posibilidades de sobrevivir, fue trasladado a una organización de ayuda a los animales.

Después de varias horas de investigación, la policía identificó al dueño de Jerry. El hombre admitió haber enterrado vivo a su perro 40 horas antes. Ahora está acusado de maltrato animal y se encuentra a disposición judicial a la espera de una condena.

Mientras tanto Jerry continúa recuperándose y esperando una familia que lo adopte.