Las autoridades rusas del archipiélago de Novaya Zemlya se han declarado en estado de emergencia y han pedido refuerzos a los cuerpos de seguridad de Moscú por una situación inédita: decenas de osos polares les han invadido y necesitan sedarlos para evitar altercados, ya que pueden llegar a ser muy agresivos. Según los expertos, estos osos se han visto obligados a cambiar sus hábitos y lugares de caza debido a la deshielo en el Ártico, efecto del cambio climático, lo que les habría llevado a buscar alimentos en esta remota región de menos de 3.000 habitantes. Allí, los osos polares campan a sus anchas, especialmente en la localidad de Belushya Guba, que ha reportado un total de 52 ejemplares en la zona. Los mamíferos han llegado incluso a entrar en las casas de los locales en su búsqueda desesperada de alimentos para sobrevivir. Además, en las redes sociales se han compartido vídeos de los polares hurgando en camiones y basureros. Uno de los principales problemas a los que se enfrenta este archipiélago es que los osos polares no pueden ser disparados por tratarse de una especie en peligro de extinción. Sin embargo, sí se ponen vidas humanas en peligro sería la única y triste opción.