Para ayudar en la reducción del grave problema que suponen las redes y aparejos de pesca que terminan en el lecho marino, una empresa de Aragón dedicará estos productos a la fabricación de cestas y carros para la compra.
Como declaran desde la empresa, Araven, gracias a esta acción se vería una reducción de hasta el 20% de los gases invernaderos generados en el proceso de fabricación. Además, también se evitaría que 1,5 metros de cuerda acabasen en los océanos por cada cesta reciclada.
Cada año, más del 25% de la basura que acaba en las aguas de todo el mundo se debe a las hasta 640.000 toneladas de redes, cuerdas y otros aparejos perdidos o desechados por los pesqueros. Una situación que, como declaran desde Greenpeace, supone un enorme perjuicio para el ecosistema de miles de especies marinas.
Crear cada una de estas cestas o carros supone utilizar alrededor del 25% de plástico reciclado procedente de las redes que, de otra forma, podrían tardar hasta 600 años en degradarse y desaparecer. De esta forma, y a través de medidas como esta, que pretende acercarse a la Agenda 2030 de Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible, se podría empezar a reducir una huella de la contaminación oceánica de entre 8 y 13 toneladas de plástico anuales.