La propuesta tuvo el respaldo de 39 miembros de la organización que regula internacionalmente el tratamiento a las ballenas. Logró el 58,2% de apoyos, pero no alcanzó las tres cuartas partes necesarias para la creación de un santuario. Por el lado contrario, recibió 25 votos en contra, además de tres abstenciones y dos ausencias.
La propuesta del santuario ha sido rechazada más veces desde que Brasil la llevó por primera vez a la Comisión en 2001, pero cada vez gana más respaldo. Esta región cuenta con más de 50 especies de ballenas, seis de las cuales son "altamente migratorias".
Otras propuestas son la creación de organismos de cooperación y de investigación sobre ballenas entre los países de África y Sudamérica con costas en el Atlántico Sur.
El Gobierno brasileño volverá a presentar la iniciativa en la próxima reunión plenaria de la CBI, dentro de dos años.
En esta reunión, además, votarán una propuesta de Japón que prácticamente elimina la moratoria a la caza comercial que la Comisión impuso en 1986. En la propuesta, detallada en el documento 'Camino a seguir', Japón quiere crear un comité de caza sustentable que sería responsable de fijar cuotas para la pesca comercial de ballenas.
Sin embargo, consideran que los defensores de la preservación tienen mayoría suficiente para rechazarla.
Tal mayoría también sería suficiente para aprobar la Declaración de Fortaleza propuesta por Brasil, que establece que la caza de ballenas con fines científicos "no es la única alternativa válida para dar respuestas a las dudas científicas ante la existencia de abundantes métodos de investigación no letales".
Este tipo de caza es criticada constantemente por otros países y por organizaciones ecologistas, que lo consideran un sistema de pesca comercial encubierta, ya que la carne de los especímenes estudiados es posteriormente vendida.