Alan volvió a nacer a los siete años. Todo comenzó cuando una Angélica, una chica de Berja, Almería, salió junto a su perro y un grupo de amigos a hacer senderismo.
Entonces, su perro se desvió del camino y comenzó a ladrar cuando descubrió a un pastor alemán tirado en el suelo y con síntomas de tener problemas en los ojos, según la protectora El Refugio. Era Alan.
Los jóvenes, inmediatamente, recogieron a Alan y lo llevaron al veterinario, quien les confirmó la casi total ceguera del perro el cuál, también, presentaba una delgadez aguda, problemas en sus patas y heridas en la piel.
Después, estos jóvenes comenzaron a solicitar ayuda de forma urgente a distintas protectoras para su acogida y mientras, le construyeron un pequeño refugio provisional en la parcela de un familiar, puesto que había aviso de fuertes lluvias y carecían de otro lugar donde acogerlo.
Durante varios días lo alimentaron y protegieron hasta que la protectora El Refugio acogió al perro y le proporcionó la atención veterinaria necesaria en su centro de Madrid.
Poco después, Alan fue operado para extirparle los ojos, puesto que le estaban produciendo múltiples complicaciones."Estamos muy felices de que Alan pueda estar hoy con nosotros, significa que a pesar de haber perdido sus ojos, ha salvado la vida", ha indicado el presidente de El Refugio, Nacho Paunero.
Además, ha explicado que es "muy curioso" el comportamiento de Alan porque cuando alguien está a su lado, "está supertranquilo porque siente que son sus ojos". "Es un sentimiento muy especial. Sabemos que va a encontrar muy pronto una familia que lo adopte porque lo merece más que nadie y porque llenará de felicidad el hogar que le abra sus puertas", ha asegurado.
El Refugio acaba de publicar un documental cuyo título es #YoSeréTusOjos, hashtag de la campaña que también han emprendido para encontrar a la persona o familia que quiera adoptar a Alan.
Cualquier persona interesada en adoptarlo, puede hacerlo a través de la página web de la protectora.